Con la pandemia que se está viviendo actualmente en el mundo, se han generado diversos cambios en la vida diaria de muchas personas, la restricción a las libertades personales se hacen presentes.
Los Tribunales no han sido la excepción a éstas medidas, la administración de justicia ha sufrido los estragos de la necesidad del distanciamiento social.
Y con ello se ha afectado las labores que la impartición y administración de justicia venía realizando normalmente.
Derecho a la administración de Justicia
El derecho a recibir justicia por parte del Estado, es una garantía fundamental que en México es consagrada por el artículo 17 Constitucional.
Al respecto en México la administración de Justicia, se encuentra dividida en Juzgados de orden Federal y los juzgados y tribunales Estatales y Municipales, lo que también se conoce como justicia del fuero común.
Hoy día, los juzgados en relación a la emergencia sanitaria por Covid-19, se encuentran con una muy limitada actividad.
Los juzgados y tribunales actualmente sólo se encuentran tramitando cuestiones relacionadas a casos urgentes con un catalogo un tanto limitado de éste tipo de asuntos.
La justicia como rehén de un virus
Este tipo de situaciones de rango mundial e imprevisibles, deberán marcar un hito en la administración de justicia para que se piense de nueva cuenta si sigue siendo prudente el encause de los procesos a la oralidad.
La suspensión de actividades jurisdiccionales con el fin de mantener las medidas sanitarias correspondientes están mermando el ya mermado avance en impartición de justicia.
Algunos abogados y barras se han pronunciado en favor de la continuación del trabajo de los Juzgados y Tribunales ya que ha sido considerado una actividad esencial girando oficios para tomarse en consideración.
Justicia Electrónica como solución a largo plazo
La justicia desde hace 10 años en México se está encaminando hacia la oralidad, lo que implica un combate al rezago escrito de la justicia mexicana.
La problemática de éste tipo de impartición de justicia y que se hace notorio en la crisis que se vive actualmente es que requiere que la mayoría de las intervenciones sean presenciales.
Por otra parte, la justicia a distancia por medios electrónicos ha sido implementada en materia Administrativa Federal y más recientemente en el juicio de Amparo.
El buen funcionamiento de la impartición de justicia por éstos medios deja la duda si será posible que las reformas en oralidad se están quedando cortas y si entonces será necesario mirar hacia un futuro con procedimientos desahogados a través de medios electrónicos.
De momento sólo nos queda como abogados seguirnos preparando y esperar que las nuevas tecnologías vayan siendo implementadas para el desarrollo de una impartición de justicia más expedita.